Hace ya varias semanas que no he podido escribir porque he andado ocupada en la filmación de una película, que cuando se estrene, por supuesto que hablaré de ella, es por eso que últimamente no he publicado nada. En este lapso de tiempo y por azares del destino, aparte de participar en la realización de mi primera película, también hice realidad otro de mis grandes sueños: ir a Las Vegas.
Donde presencié dos shows que tenía muchas ganas de ver desde hace tiempo: Piece of me de Britney Spears y Still the one de Shania Twain, bueno y alguno que se me “pegara” del Cirque Du Soleil; la verdad es que Las Vegas es un lugar impresionante, lleno de entretenimiento para mayores de edad (21 años) y no sólo por los casinos y los shows XXX, sino porque se ofrece una gran variedad de espectáculos para el gusto de cada quien. Fui muy poco tiempo, y sin duda regresaría para aprovechar al máximo todo lo que me faltó por ver.
Empezaré contándoles cuando fui a ver a Shania Twain, pues fue la primera, su espectáculo se presenta hasta el 13 de diciembre de 2014, así que si de casualidad van para allá no se lo pierdan de verdad vale mucho la pena. Fue una experiencia inolvidable. Una de las razones por las cuales me moría de ganas de ver a Shania, es porque difícilmente creo que ella venga a México alguna vez, no por mala onda, sino porque siendo realistas no hay mucha gente aquí que le guste la música country y aunque ella va más allá del género, no pasa de ser conocida sólo por un par de canciones. Pocas son las personas que en verdad han indagado sobre la discografía completa de Shania y la verdad es que tiene mucho talento.
Still the one se presenta en el Colosseum en el hotel Caesars Palace en las Vegas desde el 1 de diciembre de 2012, para mi el hotel más bonito de todos, al igual que el auditorio: lleno de sillones rojos y en el centro, el escenario, todo muy elegante; para el espectáculo se respiraba un ambiente de bosque aquél viernes 10 de octubre de 2014, esta vez me acompañó mi mamá, raro que quisiera ver algo conmigo y aparte de mis gustos, pero la verdad es que le fascinó.
Antes del show, para no variar, siempre hay fotógrafos que desean tomarte una foto y luego vendértela a precios “estratosféricos”, pronto pasaron los minutos y a las 7:30 p.m. comenzó el espectáculo, he de recalcar que estaba rodeada de muchos canadienses, yo creo la mayoría y gente pasada de los 30, ningún jovencito como yo jajajajaja, eso sí había uno que otro niño, pero nada más.
De repente, el verde bosque de donde esporádicamente se asomaban un “caballo y algunos niños” se alzó para dejarnos ver un escenario vacío, pero que prometía un show lleno de sorpresas y, de ver a una Shania en caballo por el bosque, se convirtió en una Shania del oeste por el desierto con motocicleta y de los aires baja ella motorizada, con los primeros sonidos de I'm Gonna Getcha Good!, donde todos aplaudimos al verla, llena de energía y como siempre cantando en vivo todas sus canciones.
Unas “piedras rodantes” que en realidad parecían “muelas amorfas” comenzaron a entrar al escenario y sobre ellas todos los músicos listos para tocar las canciones. Luego, las pantallas gigantes se llenaron de banderas de autos de carreras para dar paso a You Win My Love, viendo a una Shania moviéndose de un lado al otro, paso seguido comenzamos a oír los violines y una ola de agua llegó con Don't Be Stupid (You Know I Love You) haciendo referencia a su video musical.
Los ánimos subieron cuando empezó Up!, una de las favoritas, tanto que la mayoría de la gente se levantó a aplaudir y bailar. Haciendo un pausa, me gustaría decir que aunque este es un show internacional y el público es de diferentes partes del mundo, para mi es raro ver que la gente permanece sentada incluso en las canciones movidas, yo tenía ganas de levantarme de mi asiento y bailar a todo lo que daba pero no se podía, un hombre casi al lado de mi lo hizo y lo regañaron porque no dejaba ver a la gente de atrás. En México por lo regular, somos tan entusiastas que nos la pasamos parados todo el tiempo, cantando, saltando y bailando, no por nada dicen que somos uno de los mejores públicos del mundo, pero en fin no todo el mundo es de “sangre caliente” como nosotros.
El escenario de pronto se convirtió en el viejo oeste y se vislumbró un “saloon” o cantina “pa´cabar pronto”, todos vestidos de vaqueros y ¡wauuu! empezó una de mis canciones favoritas I Ain't No Quitter, hasta se echó un bailecito Shania, raro en ella, pero que bien se escucha esta melodía en vivo, luego sus músicos comenzaron a tocar No One Needs to Know, de aquellas canciones de su segundo material discográfico, para seguir interpretó Whose Bed Have Your Boots Been Under?, clásica canción vaquera que cuenta una historia bastante singular.
Y en la terna de las melodías country, no podía faltar la canción que la puso en la mira: Any Man of Mine, que incluso en 1996 el álbum Woman in Me de donde se desprende ésta, ganó un premio Grammy por mejor álbum country. En este momento del show Shania se bajó del escenario saludando, abrazando, tomándose fotos, dando autógrafos y todo a la gente afortunada que se encontraba en la primera parte del Colloseum, suertudos ellos, uno que es pobre no pudo estar más adelante pero ya vivir la experiencia es muy genial.
En esta etapa del concierto puedes darte cuenta que Shania es toda una artista completa porque a pesar de que hacía miles de cosas, nunca dejó de cantar y lo más importante es que se acercó a todos sus fans, inclusive cuando terminó la canción, escuchó a algunos diciéndole lo importante que era estar para ellos ahí. Después de esa euforia total se dio paso a una serie de videos donde se mostraba a una Shania sensual con un traje de leopardo, ¡oh sí! Todos sabíamos que canción vendría a continuación: That Don't Impress Me Much. Con el mismo traje peculiar, interpretó el tema Honey, I'm Home, para después seguir con (If You're Not in It for Love) I'm Outta Here! con un montón de tambores característicos de esta canción y Twain moviéndose de un lado a otro.
Después de terminar con esta melodía el escenario volvió a transformarse, regresó a ser un bosque y el centro simulaba ser una fogata, en ese momento invitó a varios fans a sentarse con ella y escucharla mientras cantaba, cada uno le dijo lo importante que era estar ahí presenciando el show y lo emocionados que se sentían, nada tontos aprovecharon para tomarse fotos con ella, yo indiscutiblemente hubiera hecho lo mismo ¡bien por ellos!
En ese momento invitó también a su hermana que la ha acompañado en toda esta aventura y a sus músicos; en esta fogata ficticia Shania cantó en acústico: Carrie Anne, Come On Over, Rock This Country! y Today Is Your Day, que en lo personal esta última es de mis favoritas, pues cuando me siento muy deprimida siempre me levanta, me sacó un par de lágrimas.
Al terminar esta etapa del show el escenario cambió, ahora había árboles cubiertos por la nieve, todo era más frío y plateado, salió Shania con un vestido blanco e interpretó You're Still the One, una de las canciones más románticas de este planeta y del techo puros brillos plateados caían sobre nuestros hombros; amo esta canción de verdad es un privilegio oírla en vivo. De ahí dio paso a From This Moment On, otra melodía que cala los huesos de mermelada porque no puedes dejar de suspirar.
Cuando terminó, ella se despidió pero regresó para tocar la favorita de todo el mundo, un indiscutible himno de las mujeres y es la canción que por lo menos, todos conocen en México: Man! I Feel Like a Woman!, con “papelitos” que volaban de todos lados y un letrero luminoso que decía “Shania”, ella se despidió con gran energía y dio gracias. Este show fue fantástico y lo vería una y otra vez porque en verdad fue un sacrificio poder estar ahí y créanme valió mucho la pena. Si alguno de ustedes piensa ir a Las Vegas antes del 13 de diciembre no se lo pierdan se los recomiendo al 100.
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