Realmente había estado esperando con tanta emoción
este concierto que se llevó a cabo el viernes 25 de abril de 2014, porque no pude ir a los otros dos previos y antes de decir
cualquier cosa, puedo expresar mi satisfacción y alegría al contarles que ha
sido de los mejores que he presenciado en la vida, sin necesidad de tener un
mega espectáculo montado, aquí lo que cuenta es el derroche de talento que trae
The Sounds que hicieron única e
inigualable la noche.
Empezaré
esta reseña platicando los sucesos antes del concierto, ya que normalmente la
mayoría sólo nos platican lo que se vivió en las aproximadamente dos horas del
evento, pero nunca saben lo que los fans vivimos
antes del show.
Pues
bien, yo llegué poco antes de las cinco de la tarde, ya para entonces había una
fila de más o menos 50 personas antes de mi, ya que según las chicas que
pasaron a ponernos un número en la muñeca, eso indicaba. Por cierto, gracias por
las galletas que muy amablemente nos compartieron otras chicas que pasaron con
cada uno de los que hasta ese entonces estábamos formados.
Después de un rato, alrededor
de las 6:30 de la tarde comenzó a avanzar la fila, algunos vendedores de
playeras, dijes y estampas se quedaban atrás gritando la vendimia de su
mercancía; nos metieron en la entrada principal en varias filas, yo estaba
esperando a mi mejor amiga que venía atrasada. Sin embargo, pude entrar al
“primer filtro”.
Cerca
de las 7 de la noche abrieron las puertas de El Plaza Condesa, rápidamente
todos comenzaron a entrar pero nos frenaban los que revisaban que no trajéramos
armas o algo no permitido jajajaja; al fin pude pasar esa barrera y corrí hacia
en medio del escenario, llegué a segunda fila, no podía creer que estuviera ahí
tan cerca, esperé un rato y por fin llegó mi amiga, ya estaba completa y lista
para presenciar un gran concierto.
Mientras
platicábamos, se podían ir escuchando como miles de voces se empezaban a
integrar hablando de las ansias que sentían al esperar ver a este gran grupo
sobre el escenario. Ya como a las 7:20 comenzó a cantar (al parecer), Lilo, que se veía que traía buena
propuesta musical pero la verdad es que nunca se escuchó bien el micrófono y
nos hubiera gustado que se presentaran mejor porque muchos de los espectadores
nunca supimos como se llamaban hasta mucho tiempo después.
Cuando
acabaron de interpretar sus rolas
alrededor de las 7:50 todos comenzábamos a ansiar que ya llegara el momento,
mientras acomodaban y preparaban todo, por fin el escenario se iluminó de un
azul intenso y todos empezamos a gritar como locos desesperados cuando salió Fredrik
Nilsson el baterista, se acomodó y le siguieron Félix Rodríguez (guitarra
principal), Johan Bengtsson (bajo), Jesper Anderberg (sintetizadores y demás).
Y entonces
salió Maja Ivarsson (vocalista) con un vestido de cuero negro, la mano en la
cintura y con un cigarro en la mano; ella tan imponente, sensual, guapísima y
con toda la actitud del mundo, yo me enamoré de ella, no sólo por sus canciones
o su estilo, sino por su sola presencia que provoca que la ames a cada
instante. Ella es así, única e irrepetible.
De repente se empezó
escuchar Emperor, y ¡¡¡¡wauuu!!!! comenzó
a cantar, todos nos prendimos, antes de acabar esta canción ella tan sólo se
sentó para colocarse los tacones donde no dejó nada a la imaginación jejeje. Al
terminar esta rola siguió Song With A
Mission llena de actitud y explosión, donde Maja jugó con el micrófono por
primera vez y en el 1,2,3,4 todos
alzábamos más la voz; cuando gritábamos de repente ella, golpeaba el micrófono
en repetidas ocasiones, como diciéndonos: “esto
es real y la aventura está comenzado”, con ese mismo ambiente sonó Shake Shake Shake y todos nos sacudimos
a lo loco.
Luego
de que ya todos en El Plaza Condesa entramos en calor, y vaya que sudábamos
como puercos (jajajaja) comenzó Dance
With The Devil,. Por supuesto, las llamas del infierno al bailar nos
quemaban hasta los huesos, la luz roja hacía juego con nuestro sentimiento y
Maja empezaba a combinar el humo del cigarro con su cerveza Corona. Después comenzó Seven Days A Week, todos saltamos con
esta canción tan pegajosa.
Llegó
el turno de Something To Die For y
las colillas de cigarro que avienta Maja al público volaban para prendernos más
con su locura, le siguió Take It The
Wrong Way. Después, comenzó The Best
of Me, una de las canciones más coreadas, que hacía llegar hasta las
lágrimas, continuó con Dorchester Hotel, donde
todos comenzamos a aplaudir al ritmo de la canción en repetidas ocasiones y
Maja casi al final de esta rola empezó a grabarnos con su iPhone.
Los
ánimos se relajaron cuando empezó Wish
You Were Here, para este entonces ya le habían lanzado una bandera de
México y se la había puesto de reboso y por supuesto la puso en la batería para
que luciera mejor; llegó el turno de Midnight
Sun y siguió en la lista de las “calmaditas” Weekend, en la cual se puso una chamarra de cuero que le aventaron,
que posteriormente aparecería el dueño y también traía entre sus manos un
dragón de peluche que le lanzaron y se acomodó muy sensualmente entre sus senos
(pffff). Luego, siguió el turno de 4
Songs & A Fight.
Empezamos
a rockear intenso cuando llegó el
turno de No One Sleeps When I’m Awake y
Painted By Numbers, todos saltábamos
y veíamos a Maja contonearse; sobre la base del micrófono tenía dos brassieres y un derroche de energía
sobre el escenario, donde, de un
momento a otro ella bajó y agarró a una de las fans que estaban en primera
fila, casi al lado de mi, le cantó, se puso sus lentes y todos le gritábamos
que la besara, la miró y le dijo muchas palabras lindas, estuvo rato ahí
mientras los jalones, empujones, y el calor aumentaba, todo por la euforia de tocar al menos algo de
ella, (jejejeje) y ahí estábamos todos, muriéndonos de la asfixia, pero
embelesados con su belleza y esa presencia espectacular.
Estábamos embriagados y
coreábamos na, na, na, na, na, na, na… fue
hacia el otro lado del lugar y agarró a otra chica que también estaba impresionada
de que la hubiera elegido a ella. En ese momento, de tanto empujón, llegué a
primera fila, no sé cómo pero desde ese instante, pude disfrutar el show desde ahí, fue cuando comenzó Living In America, Outlaw y Ego, nadie se cansaba de brincar, cantar
ni gritar, admirábamos esas largas piernas y definidas de Maja, le veíamos los
calzones una y otra vez con ese vaivén de caderas.
Después
de esto The Sounds agradeció a todos
los fans por su presencia, se despidieron, luego de unos instantes todos empezamos
a gritar: ¡otra!, ¡otra! Y claro, volvieron
a salir vestidos de mariachi (¡que gran detalle!), Maja traía una botella en la
mano, nos la echó encima y después la regaló, seguido de esto empezó a sonar Tony The Beat, Rock ‘N Roll y al final,
para cerrar con broche de oro Hope You’re
Happy Now, donde agradeció por tanto apoyo y amor. Sin duda, uno de los
mejores conciertos a los que he ido, muy buen ambiente, excelentes músicos y
cantantes, simplemente una noche inolvidable. Ahí estaré la próxima vez que
suceda.
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